Duerme, duerme, duerme
déjame perderme,
desbarrancarme,
llenarme el pecho
y entregártelo.
Tú duerme,
no te percatarás
de todo el dolor;
quiero apostar
a perder,
contigo no hay más...
¡tengo tanto que ofrecer!
las manos llenas,
el cuerpo frágil,
los labios dulces,
las piernas dispuestas a apretarte,
el corazón...
tú no quieres mi corazón
no quieres
mi corazón.
Tú duerme,
cuando despiertes encontrarás
el cuchillo en tus manos,
la miel de mi alma en tu boca,
mi corazón corriendo por tu cuerpo,
y yo en la piedra
feliz, feliz, feliz
y muerta.
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1 comentario:
no manches, este me gusta bastante.. la miel de mi alma en tu boca...
Me halaga con sus comentarios queridisima erendira. y si, ya no la he visto conectada! suena a que esta medio cabron dejarlo ir no?
pero recuerda que tienes a alguien que vale la pena a tu lado...
¿porque nos encantan los que sabemos nos lastimaran?...chales...
Saludos y a seguirle mujer, no queda de otra (para ninguna de las dos)
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