jueves, 16 de agosto de 2007

Este día

Ojalá nadie muera hoy. No me vaya a pasar como el poeta que despertó triste el día de la muerte de su tía.
Desperté ebria de tristeza, de cansancio. Me levanté sólo para exprimir mis ojos, llorándole a lo étereo, a todas esas personas que no me pertenecen; de una u otra forma todos me abandonan, menos los recuerdos.
Hoy hasta la soledad me dio la espalda en nuestra cama. Hoy nadie me abraza.
Pertenencia....pertenencia...¿Por qué deseo poseer? ¿Será que en realidad no tengo nada?
Me hago ovillo en el suelo, en el cielo, en el sueño, cubriendo con mis manos las carencias.
Busco y espero y deseo y sé que no hay nada...nada para mí.
Nunca estaré satisfecha, completa de muslo a muslo, de labios a labios.
¡Me he entregado tanto y no logro ser de nadie!
Me he entregado tanto...

No hay comentarios: